HUERTA PRADOANCHO
AGRICULTURA TRADICIONAL Y NATURAL en SEGOVIA
Bienvenidos a la Huerta PRADO ANCHO.
Ubicada en Aguilafuente (Segovia), es una HUERTA NATURAL
en la que se aúnan las ganas de trabajar, de emprender
y de hacer llegar al cliente un producto tan valorado a la vez que escaso,
como son los PRODUCTOS HORTÍCOLAS NATURALES.
CON LOS PIES EN LA TIERRA Y LA MIRADA EN EL CIELO
En esta historia hay un deseo de volver al origen, de no perder lo tradicional, de salvaguardar aquello que la naturaleza se ha afanado en conservar tanto tiempo, las semillas tradicionales.
Tenemos a nuestra disposición esas semillas de toda la vida, de las que llevan cultivándose en los huertos familiares desde hace mucho tiempo. Su rusticidad hace que estén totalmente adaptadas al medio en el que son cultivadas lo que a su vez nos permite prescindir del uso de químicos. Con ellas, también renunciamos a esa producción masiva sin texturas, sin sabor, sin olor… sin alma.
El hogar de estas semillas, y el nuestro, es PRADOANCHO, una tierra de pinares mezclada con tierras de pastizal que hace una mezcla única de texturas que se transmiten sin ninguna duda a las plantas y a la organoléptica de sus frutos. (mejorana, tomillo, cantueso y resina)
Cuando vuelves al origen y encuentras tu sitio, ya solo queda crecer, como persona, como sociedad, como organismo, como las plantas…
¿Dónde estamos?
Huerta Prado Ancho
Ctra. Lastras Km 19
Aguilafuente (Segovia)
Línea de trabajo
12 meses de trabajo, dedicación y respeto a la tierra, para obtener un cultivo natural de temporada
ENERO
Puesta a punto tras las navidades.
Estiércol, compostaje, arado y labrado de la tierra.
FEBRERO
Siembra de semillas tradicionales en semillero.
Comienza lo bueno.
MARZO
Muchos mimos y atención.
Riegos y aumento de horas de luz.
ABRIL
Bienvenidos plantones!!
Ahora a crecer para ser trasplantados a la tierra.
MAYO
Mes de las flores.
Bienvenidas abejas!!
JUNIO
Cuajado de frutos.
Recolección de semillas.
JULIO A OCTUBRE
Recolección de frutos y venta al consumidor.
Delicioso Sabor.
NOVIEMBRE
La tierra se toma unas merecidas vacaciones.
Se recupera el equilibrio del suelo.
DICIEMBRE
Cura natural de la tierra.
Gracias a las heladas propias de la meseta.